En ocasiones, la razón de que nada llegue a cambiar se encuentra en la falta de voluntad real para abordar los cambios. Frecuentemente, esto se produce por un conflicto objetivo entre el interés común y el interés particular de quien toma la decisión o del grupo de intereses al que pertenece.
En otros muchos casos no existe este conflicto, y hay voluntad de que las cosas mejoren. Los cambios se anuncian junto con un paquete de medidas orientadas a realizar una reforma. Sin embargo, pasa el tiempo y las medidas se estancan, los cambios se retrasan y no se percibe la mejora por los ciudadanos ni por los empleados públicos.
¿Qué razones se ocultan detrás de este fenómeno? ¿Es que las Administraciones Públicas son impermeables al cambio, a diferencia de otras grandes organizaciones?
Entrada original en http://trabajandomasporunpocomenos.wordpress.com/2014/03/01/4-razones-para-no-cambiar/
Cambiar para que todo siga igual