¿Son los Secretarios de Ayuntamiento responsables administrativos de la Transparencia?

¿Son los Secretarios de Ayuntamiento responsables administrativos de la Transparencia?

 

Depende. Como buena gallega que soy contesto que depende, y me explico. En el último número del Observatorio de Transparencia de El Consultor, hablaba del papel de los Funcionarios de habilitación nacional (FHN) en el proceso de implantación de la transparencia. La reflexión surgió a raíz de unas interesantes jornadas organizadas por COSITAL sobre este tema tan oportuno y en la que se expusieron interesantes conclusiones, con la aportación de compañeros y expertos como Elisa de la Nuez, Manuel Villoria o Esther Arizmendi.

Uno de los problemas más comúnmente diagnosticados en el ámbito local es su amplia heterogeneidad y escasez de recursos. Frente a ello, los FHN, Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración local  aparecen como el único denominador común entre todos ellos, desde el punto de vista de la organización administrativa.  Por ello, con más de 8.100 municipios y otras entidades locales que deben asumir el reto de la implantación de la transparencia la pregunta es obligada ¿Son los Secretarios y demás FHN responsables administrativos de la transparencia?

Algunos dirán “La implantación de la transparencia NO es una función reservada”. Cierto. Ninguna de las normas que regulan el régimen de los FHN recoge un título de atribución formal que les atribuya funciones relativas a la implantación de la Ley de Transparencia, lo cual no es óbice para asumir dicho rol en la organización. Y eso sirve de argumento a los más resistentes (por desconocimiento o imposibilidad material de asumir nuevas obligaciones). Pero debemos ver más allá. ¿Seguimos siendo esa figura decimonónica que suscita rechazo o debemos reinventarnos? Esa es la disyuntiva. Somos Directivos públicos profesionales. Y si no lo somos, es la figura que más se nos parece.

Aunque la resistencia no siempre se encuentra en los propios afectados. En otras ocasiones son los responsables políticos, que confunden transparencia con marketing, con una oportunidad para realizar magníficas operación de maquillaje sobre su gestión los que quieren alejar a los FHN de un ámbito que genera tanta expectación mediática y al que imprimos profesionalidad y rigor. Necesitamos un marco legal claro.

De ahí que la Ordenanza Tipo de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Reutilización de la FEMP, conocedora de los aspectos organizativos municipales  y de las dificultades para la atribución de nuevas responsabilidades,  atribuya en su artículo 6 a la Secretaría de la Entidad Municipal la dirección y responsabilidad de la unidad responsable de información pública. Es una opción organizativa. Una buena opción.

Aunque se trata de una decisión organizativa en el marco de una potestad autónoma de las EELL, la fragmentación de planta local aconseja en clave de racionalización, eficacia y eficiencia la  asignación de esta responsabilidad a los FHN, tanto por su elevada cualificación profesional, como por el carácter transversal de sus funciones en el conjunto de la organización, evidentemente con la necesaria dotación de recursos personales y materiales. No es sino la secuencia lógica de actuación.

 

Este papel además, no ha de circunscribirse al ámbito de la transparencia, sino al conjunto de la gestión pública local por nuestra transversalidad, y, en particular, en relación con el proceso de transformación que está experimentando la administración, directamente relacionada con la definitiva implantación de la administración electrónica y con las novedades derivadas de las Leyes 39 y 40 de 2015.  En el mismo sentido, debemos afirmar el necesario liderazgo y papel encomendado de impulso a los FHN para la implantación definitiva de la administración electrónica, coordinando y dirigiendo el proceso de cambio.

La administración pública y la sociedad no pueden permitirse prescindir de un colectivo tan valioso como los FHN y de la aportación que su cualificación, legal y profesional, ofrece. Recuperar la confianza ciudadana en el funcionamiento de las instituciones y la legitimidad democrática para la mejor prestación de servicio público, la transformación de la administración y la mejora continua en la gestión son actuaciones en las cuales los Secretarios y FHN pueden y deben desempeñar un relevante papel en el ámbito local, asumiendo responsabilidades en aspectos estratégicos como la transparencia. ¿Quién sino?

0 Comentarios
  1. Autor

    Gracias por tus interesantes reflexiones Javier.

    Sin lugar a dudas, considero que los Secretarios como elemento común a las EELL que pueblan nuestra hiperfragmentada planta local constituyen un pilar básico para la implantación de la transparencia y, en general, para cualquier proceso de transformación de la administración que no sólo deben impulsar, sino también liderar desde el punto de vista de la organización administrativa.

    Evidentemente, sobre esa afirmación es necesario realizar dos matices. En cuanto a las EELL de menor población, y, en consecuencia, con una menor disponibilidad de recursos, en muchos casos no resulta posible asumir por parte de los Secretarios la integridad de las tareas asignadas al margen de sus funciones legalmente reservadas y deben priorizar unas sobre otras, ahí resulta fundamental, en mi opinión, la labor de apoyo de Diputaciones Provinciales y CCAA.

    El segundo matiz, en el caso inverso y que tú bien expones. En los municipios con una mayor población y que pueden contar con un sistema de control específico es deseable apostar por la especialización. Sin menoscabar el papel fundamental que sigue correspondiendo al Secretario, por su carácter transversal a la organización y eje de los niveles de gobierno y administración, contar con instrumentos ad hoc de seguimiento, evaluación y control permitirá añadir valor real a la apuesa por la transparencia de la respectiva administración, pues estas reflexiones son igualmente trasladables al resto de niveles de organización territorial.

    De momento, todavía queda mucho camino que recorrer pero el proceso está en marcha que es la parte más difícil, así que seguiremos observando su evolución.

     

    Saludos

  2. Interesante reflexiones, Concepción, perfectamente aplicables a la mayoría de Aytos del Estado (que son pequeños o muy pequeños).

    También sería interesante reflexionar sobre el papel que pueden tener los habilitados nacionales en los medianos y grandes. En éstos se conoce que algunos responsables políticos ha apostado por crear o generar una estructura organizativa específica, con directivos y equipos de trabajo de transparencia y/o participación en ocasiones hasta bien dotados 😉 pero que (nos guste o no) dependen directamente de los responsables políticos que gobiernan.

    ¿Tiene algún papel el Secretario si no están contenidos en el portal municipal todos los puntos obligatorios de la Ley estatal o de otras normas autonómicas o incluso locales (ordenanzas)?. ¿Quién persigue al departamento que no termina de aportar esos datos -mil veces demandados- para el portal? ¿secretaría o el técnico/directivo de transparencia?. ¿Se tiene que dejar ese impulso o exigencia a los responsables políticos o los directivos o técnicos de transparencia?. ¿Qué herramientas tiene el secretario (si decidiera «entrar en eso») para hacer que se cumplan esos extremos legales?.

    No sé si para bien o para mal, pero las posiciones individuales de los secretarios son bien diferentes y heterogéneas, hay algunos (muchos) que están muy implicados en este «nuevo tiempo» y apuestan por avanzar rápidamente y ayudan a sus organizaciones, hay otros que simplemente observan espectantes, e incluso otros (los menos) que ven todo esto proceso como un «lío» y no son especialmente facilitadores. 

    En mi opinión, si este personal de habilitados nacionales no se le encuentra ese papel de «exigencia» (en la parte jurídica, presupuestaria, etc.), quizás será aún más necesario impulsar (las administraciones que puedan) organismos independientes (no controlados por el gobierno municipal concreto y sí por la corporación) que sean capaces de hacer de contrapeso. Las figuras de los Defensores de los Ciudadanos, Comisionados específicos o similares, designados por los plenos, y al margen de los periodos y designaciones de los gobiernos, pueden ser una buena opción. 

    Pero de todo eso… tendremos que hablar con los próximos años, me temo.

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