El gobierno electrónico como dispositivo político

¿Hasta donde los principios de gobierno abierto pueden ser desplegados por un gobierno? ¿Cuántos datos pueden liberarse y ser abiertos sin arriesgar la gestión gubernamental? ¿Cuantas herramientas de gobierno electrónico debe manejar el ciudadano para interactuar con una administración? Estas y otras preguntas son relevantes en la gestión de los actores políticos. Este post muestra cómo el concepto de dispositivo de Foucault resulta útil en el ámbito de diseñar portafolios de soluciones de gobierno electrónico. Quiero acotar que estas preguntas no me surgieron en el ámbito propio del gobierno electrónico, sino que surgen hace muchos años atrás en el ámbito del gobierno de las personas en las organizaciones. 

Dispositivo en Foucault.

Para quienes conocemos a Foucault, desde su Arqueología del Saber, sabemos que todo está relacionado al conocimiento sobre las cosas y por lo mismo todo se limita al conocimiento sobre ellas y al conocimiento que se es capaz de producir desde ellas. Y por lo mismo, las cosas que vamos construyendo con su conocimiento y desde su conocimiento, se relacionan con otras cosas y sus conocimientos, quedando todo circunscrito a una red de saber que tiene un origen en algún momento. 

Dispositivo es un término técnico de Foucault y lo usa en el ámbito de la gubernamentabilidad o el gobierno de los hombres. El dispositivo surge para responder a una urgencia , y por tanto tiene una función estratégica, y por lo mismo se está ante una manipulación de relaciones de fuerza, de una intervención racional y convenida, para que estas relaciones se desarrollen en una dirección, para bloquearlas, para estabilizarlas, o para utilizarlas intencionadamente. Un dispositivo, por tanto es un hecho y una constitución política, dentro de un juego de poder y limitado al saber o conocimiento que se deriva e implica y que al mismo tiempo le condiciona. En términos -interpretados- de Foucault, un dispositivo es un «conjunto de estrategias de relaciones de fuerza que condicionan ciertos tipos de saber y son condicionados por él».

Dispositivo es la red que se establece entre varios elementos que incluyen discursos, instituciones, estructuras, decisiones regulatorias, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales y filantrópicas, y muchas otras cosas. 

Según Agamben (2015), dispositivo en esencia:’

  • es un conjunto heterogéneo que incluye virtualmente cualquier cosa linguística o no, poniendo al mismo nivel: discursos, instituciones, edificios, leyes, medidas policiales, proposiciones filosóficas, etc., siendo el dispositivo la red que se establece entre estos elementos; 
  • tiene una función estratégica concreta y siempre se inscribe en una relación de poder; y, 
  • resulta del cruce de relaciones de poder y de relaciones del saber.’

Dispositivo por tanto no queda atado a instituciones o manifestaciones culturales de poder, sino que incluye cosas como la escritura, la agricultura, los cigarrillos, la navegación, y es el mismo Agamben quien se pregunta y responde: «¿Qué tienen en común el sacrificio ceremonial, la confesión católica, el teléfono móvil y un ejercicio de maniobras militares? Son dispositivos, aquella categoría que abarca todo lo que tiene la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar los gestos, las conductas, las opiniones, y los discursos.» Dispositivo es resultado, por ende, del proceso de hominización que volvió humanos a los humanos o de cosificación que dio categoría de cosa concreta a las cosas que el hombre escindía y separaba de la realidad que las hacía invisibles. 

Cabe destacar que un aparato tecnológico no es un dispositivo que tiene un uso. Es algo más complejo, o eso parece. Una tecnología (entendida como uno o varios artefactos más el conocimiento que les rodea) hace subjetivo lo que puede ser un uso apropiado, pero no es el uso apropiado que le daría una persona. Una tecnología se usa según un manual, unas instrucciones. ¿Quién podría decir que si no nos hubieran dicho cómo usar un teléfono móvil lo usaríamos como tal? Por esta razón los elementos que constituyen un dispositivo entran en este conflicto de romper los usos subjetivos (des-subjetivizar) con que nos entregan los dispositivos. En esencia este conflicto no se rompe, pues -por ejemplo- un teléfono móvil nos limita a un número. Por este motivo, un gobierno o un actor político, las tecnologías gubernamentales quedan restringidas al uso político, pero que a la larga constriñe al propio quehacer gubernamental y de las relaciones políticas. 

Gobierno electrónico como dispositivo político.

No me ataré a la definición de gobierno electrónico. Me situaré en que estamos ante una idea de gobierno electrónico alude hoy en día aun conjunto de tecnologías con un uso no planteado previamente: rehacer la relación de democracia y, al mismo tiempo, crear nuevas relaciones de poder.

  • Lo primero es entender que sería solución de gobierno electrónico. Claramente no son solamente TIC, sino que incluyen muchos otros elementos: normas de uso y de buen uso, disposiciones homogeneizantes y homologantes, actitudes frente al cambio y a la propiedad de los datos, proposiciones éticas y de transparencia, proposiciones filosóficas sobre la democracia, etc.
  • Lo segundo es aclarar que a las TIC se les saca su fin subjetivo de procesadores de información y facilitadores de acceso a datos, y se les concede, igualmente de forma subjetiva, que con ellas se mejora la relación entre gobierno y ciudadano, y entre actor político y las personas. Pero se olvida que muchas veces esta relación nace en procesos eleccionarios o que los ciudadanos no quieren esta relación. Por supuesto aparece el tema de los trámites cuya automatización se espera facilite la vida del ciudadano, aunque a veces se olvida que el ciudadano no quiere que le controlen ni quiere -muchos- trámites.

Por lo tanto, gobierno electrónico, ya no es un conjunto de soluciones, sino un dispositivo que relaciona elementos TIC y no TIC.

Siguiendo las ideas de Agambe, gobierno electrónico: 

  • es un conjunto heterogéneo de elementos linguísticos (normas, disposiciones. etc) y no linguísticos (actitudes, comportamientos, reacciones, etc.) dejando en el mismo nivel una plataforma técnica de interoperabilidad con una norma de madurez TIC, un discurso presidencial sobre la importancia de gobierno electrónico con un plan ante ciberataques, siendo gobierno electrónico el concepto que relaciona en red todos estos elementos; 
  • cumple una función estratégica clave, política para mostrar modernidad y cercanía, para mostrar cumplimiento de normas internacionales, y por lo mismo es parte de la relación de poder entre quienes gobiernan, y quienes aún no están gobernando; y, 
  • combina diversas relaciones de poder que van desde el funcionario que no quiere romper su cuota de poder «funcionarial» hasta el directivo político que quiere reforzar su presencia de modernidad ante otros actores, y de relaciones del saber donde se mezcla el discurso de opacidad frente al discurso de apertura o se mezcla el conocimiento bajo de uso de las TIC con el del proceso de madurez tecnológica.

Al comprender este tipo de situaciones, es claro que TIC <> gobierno electrónico, pero abre el conflicto de que se subjetivizan las tecnologías para un uso político determinado y queda abierto que la des-subjetivización es más complejo y quizás hasta no necesaria para el actor político ya que deja el uso en manos de los ciudadanos. Comprender esto permite saber porque las preguntas con que partí este post hoy en día tengan respuestas que no son las deseadas, pues vemos por ejemplo que muchos países tienen buen ranking en materia de gobierno abierto pero la prensa muestra que «existen» secretos en sus gobiernos, que algunos países que son «ejemplo» en materia de transparencia aún no consiguen que sus políticos muestren todo su patrimonio, o que se crean cientos de portales con niveles bajos de acceso, o simplemente que iniciativas de que el ciudadano llegue a los datos que maneja un gobierno ya estén previamente filtrados. No quiero decir que esto sea masivo o no se pueda romper, pero si quiero decir que al ver ahora las soluciones de gobierno electrónico como dispositivos políticos todo el portafolio de gobierno electrónico adquiere un tenor distinto …gobierno electrónico como dispositivo político … gobierno electrónico ya NO se percibe como un conjunto de tecnologías desplegadas de forma políticamente correcta y con un aire de renovación utópica de democracia, sino que se gestionan con el nivel de impacto real que deben tener a nivel político, lo cual permite portafolios gubernamentales de gobierno electrónico realistas basados en una agenda política y no en una agenda de «ir desplegando commodities probados en otros países o exigidos por organismos internacionales».  

Original publicado en  http://www.christianestay.com/2015/06/e-government-foucault-dispositives.html

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