Planificando sin estrategia: planificando en betapermanente.

Acabamos de empezar el año y el afán por planificarlo todo en las Administraciones públicas nos acecha de nuevo, ya sea para seguir con la hoja de ruta trazada en nuestro Plan de Mejora o de Modernización, ya sea porque, con o sin éste, necesitamos pensar que seguimos un camino, el que sea, pero que vamos hacia una dirección y que ésta, además, es la correcta. Sin embargo, desde que se acuñaran los términos de modernidad líquida (1999) y tiempos líquidos (2007) por parte del profesor Zygmunt Bauman ya nada ha vuelto a ser lo mismo por lo que a la forma de enfrentarse a la incertidumbre se refiere. De ahí que ya hace muchos años que la planificación estratégica, entendida como la forma en que la organizaciones trazan su propio camino y aplican rígidamente sus reglas para alcanzar su misión está siendo cuestionada. Ya lo insinuó Henry Mintzberg en su “Rise and Fall of Strategic Planningcuando explicó que todo era un poco más complicado que hacer un DAFO, dictar una misión y desplegar estrategias. El diálogo con el entorno cambiante debía ser una variable fundamental de la planificación estratégica incorporando conceptos nuevos como el de las estrategias emergentes.



Yo soy de los que piensa que la planificación estratégica clásica debe ser cuestionada a día de hoy todavía porque tiene que hacer frente a nuevos interrogantes que se le plantean desde tres perspectivas distintas: los contextos de cambio permanente, la emergencia de la innovación como base competitiva y la prioridad talento. A pesar de ello, supongo que todos estamos de acuerdo en que ni las empresas ni las Administraciones públicas pueden vivir sin dirección. Necesitan una visión que las movilice, que sirva para alinear los procesos internos de decisión y que sirva también para ordenar la relación entre sus recursos y sus prioridades. Así que, ante todos estos retos, nos preguntamos, tal y como ya apuntó Xavier Marcet en 2010 “¿Continúa teniendo sentido elaborar planes estratégicos? Absolutamente sí. ¿Continúa teniendo sentido hacerlos como hace 25 años? Absolutamente no”.

Hoy los planes estratégicos deben servir como guía para ordenar el cambio, para establecer los mecanismos de relación con los contextos cambiantes, para definir políticas respecto del talento y generar un modelo de innovación. Los planes estratégicos no son un buen instrumento para definir al detalle lo que cada organización debe hacer en cada uno de sus rincones, sino para mantener un rumbo, una visión y dotarse de instrumentos para pensar en cada momento que es lo que nos permite acercarnos más a nuestros objetivos. La planificación estratégica no tendría porque establecer estructuras y lógicas inalterables. Al contrario, ésta tiene sentido en cuanto permite responder rápidamente a la necesidad de cambio permanente y ordenar la forma cómo vamos a dar respuesta a este cambio incesante en el marco de la visión a la que aspiramos. 

Así pues, vamos a necesitar otro paradigma, ya que el poder, los líderes, las ideas, la información, la asignación de recursos, los grupos, los elementos motivadores, se comportan de forma diferente. Este cambio de paradigma nos está llevando a planificar en beta permanente, acelerando el ritmo de renovación estratégica en las organizaciones, logrando que sean capaces de una revisión constante, sin traumas, y sin necesidad de llegar a una crisis.
En conclusión, debemos diseñar sistemas de planificación capaces de responder a los cambios que se están produciendo en nuestra sociedad, nuevos modelos de organización, trabajo en red, creatividad, nuevos tipos de liderazgo, entornos cambiantes y convulsos, mercados inestables, usuarios que pueden elegir entre diferentes alternativas, etc. Es en este contexto donde hablamos de planificación 2.0 o planificación en beta permanente, y es en este preciso instante en que las Administraciones públicas tenemos que dar el salto hacia adelante, sin perder el sentido de nuestra existencia basado en la satisfacción del interés público pero aprovechando al máximo las oportunidades que un mundo en constante movimiento nos da.  

Original: http://borjacolon.blogspot.com/2014/01/planificando-sin-estrategia.html
por: Borja Colón
Publicado: January 9, 2014, 4:09 pm

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