Quienes me habéis soportado en alguna de mis clases, me habréis oído bufar con irritación ante la palabra “participación”. Me apresuro a aclarar que mi desdén se dirige al vocablo, no al concepto. Simplemente, la palabra participación es demasiado polisémica y está demasiado manoseada como para ser útil. Para...
Consulta ciudadana: contar con la opinión agregada
